Fugar de la pedagogía en tres actos.
Doble filamento. Ya no hay gato sin cascabel. Los grillos siguen en el corazón de los niños.
No te apures, si llegamos hasta /acá/ la música no tarda en llegar, tu pronóstico del tiempo siempre se equivoca. La última vez que nos internamos en / / calle, escuchamos las ventanas al sol.
Ficción y jurisprudencia. Entre la publicidad y la letra chica olvidamos el cuerpo. También una extraña felicidad es parte de este siglo. Escuchen esta otra.
A la feria de los jueves vuelven los feriantes, pegados como imanes a los carritos de lata y tres mujeres que no parecen tener fe en las mercancías. Ellas solas parecen una tribu en su círculo, una le dice a la otra y se ríen al lado de las flores que también están /ahí/ de nuevo.
Ojos de zanahoria que roen, ojos que cantan en la despensa del topo, ruedan, lupean de lo lindo.
Cham@nismo. De la hoguera sin fin de los mercados a la falla intermitente del dibujo. Con el hilo rojo de Wittgenstein la orquesta toca el fantasma del telegrama.
5 comentarios:
definitivamente, mis gatos no usan ni usarán cascabel!
no les voy a quitar su condición de "fantasmitas"
bien por dar esa pelea miss banfield.
Reconozco que hay gatos que pueden andar con lobos y por eso los maullidos.
esto no es un cascabel.
mi gato se llama cascabel!
no se de que hablan pero mi cencerro ronronea.
anónimo, estás un poco distraído y no queda clara tu preferencia.
gilda, ya pasaste por aquí y me gustan tus discos.
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